martes, 17 de abril de 2018

35. Anochecer ranchero


—Oiga, ¿se sabe la de “Amanecer ranchero”?
—¿Es una que va así como “ta-ra-ra-rá-ra-ra-rá-ra…”? ¿Quién la canta?
—Jorge Negrete
—¿Cómo va?
—Empieza diciendo: “y en la mañana cuando el sol despierta, revive en mi alma la esperanza muerta…”
—Más o menos me acuerdo, pero creo que los muchachos no se la saben, joven.
—¿Es vieja no? —dice uno que trae guitarra—.
—Como de  los 50’s —les digo—. ¿Se la saben?

Todos se miran entre sí, preguntándose, y casi en coro me dicen que no.

—No amigo, esque está muy vieja, de esas casi no nos piden.
—Ya —me quedo pensativo unos segundos y digo:—, o la de “Mi preferida”, ¿se la saben?
—Ándele, pues creo que esa está más vieja todavía… Pero yo sí me acuerdo —dice el de la vihuela—, nomás falta que ellos se la sepan.

Los demás sueltan una carcajada, y niegan con la cabeza.

—Ya te quedamos mal, hermano.
—No hay bronca, ahorita el señor y yo nos aventamos “Amanecer ranchero” ¿no? —le digo—, y luego nos acompañan todos ustedes, ¿cómo ven?

El mariachi asiente con la cabeza y todos nos acercamos a la casa, aunque sólo uno toca y canta. Al poco rato se acerca otro mariachi para cantar y se asoma por la ventana la tía de Lissete, y casi al mismo tiempo, las ventanas de las casas vecinas se abren; mucha gente nos mira. Lissete se asoma a la ventana y, junto a su tía, se queda mirándonos.

Cuando llega la línea de “mi jacalito sin techo, ¡ay! como extraña tu ausencia…”, ella hace un gesto de emoción. Luego, ya con todos los mariachis tocando, cantamos el huapango “El llorar”, “Envidia” de Joan Sebastian, y “Tu enamorado” y “Llegando a ti” de José Alfredo.

Cuando se despiden los mariachis, Lissete baja, abre la puerta de la calle, sale y camina hacia mí, pero se detiene como a dos pasos de distancia, y dice:

—La última vez que cantaste no subías tanto tus agudos, has estado practicando ¿verdad?
Entonces llora. Y de un brinco me abraza, escondiendo la cara en mi pecho.

Era jueves por la noche, carnal, y fue así como quedé bien rasurado por los mariachis, y como ella y yo nos hicimos novios. Y como falté a mi trabajo por primera vez.

Naucalpan, Estado de México, sábado 5 de agosto de 2006