Huracanes pasaron de tu costa a la mía en mañanas despejadas del cielo de
abril.
Dicen que hay que saborear la vida como a una manzana. Yo muerdo a la vida
en tu boca.
Pero hoy no estás, y la vida se me va sin que la haya vivido.
Gustavo A.
Madero, México, D. F., domingo 16 de abril de 2006