lunes, 19 de marzo de 2018

23. Caída de presión



Mujer, acuérdate de mí. Ven, o huye con todo y tu recuerdo. Al menos déjame dormir, deja de sonreírme en la oscuridad.

Cenamos metafóricamente entre el rocío del jardín. De mi mochila abierta cayeron los lápices y las plumas con las que armaba mis alas. Cuerdas invisibles tiraron de mi boca y me cerraron los labios, se me pudrieron las palabras de tanto imaginarlas y no decirlas. Las pronuncié tarde y me supieron rancias. Aun así, me hiciste quedarme y cambiar mi destino por otro. Dijiste que ya estaba desnudo, que sabías todo de mí, que no había razón para no seguir. Y describiste la pasión con tu cuerpo sin decir nada: fuiste color rojo, fuiste todos los colores.

Cuando te marchaste le robaste belleza al mundo, ahora hay caída de presión en la cabina y me coquetea la locura, porque hay veces que tu nombre es lo único que mi cerebro grita.

Tu imagen corre por mi sangre y me atraviesa la piel.

Naucalpan, Estado de México, martes 21 de marzo de 2006